Todos, absolutamente todos nos hemos parado a pensar alguna vez que pasaría si algún día llegáramos a ser ricos.
Prácticamente toda nuestra vida la pasamos intentando conseguir este objetivo, comprando sin sentido algunos billetes para la lotería que, como unos científicos han investigado; hay más probabilidades de que un día caminando por la calle te caiga un árbol a que te toque el mayor premio.
Ahora bien, si en algún caso llegará a ser rica como a todo el mundo lo primero que se me viene a la cabeza es, casas grandes, mucha ropa, coches de lujo...Pero ahora bien, ¿de verdad esto llegaría a llenarnos a algunos de nosotros? El ser humano prefiere lo banal, lo artificial y en algunos casos las personas que consiguieran ser ricas no mirarían a su alrededor ni se conmoverían ante algo que no fueran ellos mismos y sus beneficios.
Ahora, mirándolo desde mi punto de vista, si esto me llegará a pasar, evidentemente tendría todas las comodidades que pudiera pero no podría morir sabiendo que con ese dinero que ya no utilizaré, podría a ver cambiado algo en algún lugar del mundo.
Ayudar a alguien que realmente lo necesita quizá nos llene más que todos esos años de lujo que podríamos vivir.
De este modo, entraríamos en un debate moral ya que en este tema entrarían los ideales de cada uno pero yo, aparte de vivir cómodamente toda mi vida y emplear el dinero con cabeza, no desaprovecharía la oportunidad de ayudar a alguien que no tenga las mismas posibilidades que yo y así hacer algo productivo y endulzar un poco más mi vida.
En mi opinión, evidentemente, el dinero en estos días es bastante importante pero esto no me impediría seguir con los valores que tengo hoy día ni me convertiría en una persona absurda que no ve más allá de su coche o su mansión nueva.
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